Atención con la palabra del año: “Manifestar”

NUEVA YORK.- Cada diciembre, distintos diccionarios de la lengua inglesa a ambos lados del Atlántico (Collins, Oxford, Cambridge, etcétera) anuncian cuál consideran que fue “la palabra del año”. En el caso de Cambridge, eligieron la semana última al verbo “manifest” (“manifestar”) porque luego de ser utilizado mucho por las celebridades en 2024 tuvo un gran pico de popularidad: solo en la versión web del diccionario, su significado fue buscado más de 130mil veces. ¿Qué es lo que hizo tan especial al término?

Para alguien considerablemente escéptico como esta redactora, nada de esto suena convincente, pero hasta la propia hija adolescente (tu también, Brutus), reconoció que ella y sus amigos en la escuela practican el “manifestar” de manera cotidiana

La palabra “manifest” usada como un adjetivo (“manifiesto”) que significa “evidente” o “declarado” tiene unos 600 años, y aparece en Chaucer y Shakespeare. Pero la generación Z usa a “manifest” como un verbo (“manifestar”) y lo interpreta como “dar fe del poder de la visualización y del pensamiento positivo para hacer realidad los sueños fervientemente sostenidos”. Si bien cada uno puede “manifestar” de la manera que quiera (escribiendo los objetivos a lograr en un diario, repitiéndolos frente al espejo, como un rezo, como un mantra), un método con miles de millones de visitas en TikTok se llama el “3-6-9″, y consiste en escribir los deseos tres veces por la mañana, seis veces por la tarde y nueve veces antes de acostarse para, al menos en teoría, así lograrlos.

En redes como TikTok los rituales ligados a diversas

La cantante Dua Lipa, en un comentario que se estima desencadenó el furor, dijo que había logrado encabezar el cartel en el codiciado festival musical de Glastonbury porque lo “manifestó” con su propio método antes. Manifestar es algo muy importante para mí. Inconscientemente, luego simplemente trabajas para lograr tus objetivos”, sostuvo. Para alguien considerablemente escéptico como esta redactora, nada de esto suena convincente, pero hasta la propia hija adolescente (tu también, Brutus), reconoció que ella y sus amigos en la escuela practican el “manifestar” de manera cotidiana. “¡¡¡Que haya tacos para el almuerzo y que no pregunten sobre Pedro el Grande en historia!!!”, aclara que fue lo que “manifestó” ad infinitum el último día de clases. Contó también que chicos del equipo de cross-country “manifestaron” al escribir en el espejo lleno de vapor del vestuario “¡hoy todos vamos a tener PRs!” (en el sentido de “personal records” de velocidad). Nada de que preocuparse, aunque en sus auriculares suene la rapera Baby Tate con el súper éxito del otoño, que es un ejemplo de “manifestación” bastante distinto. “I am healthy, I am wealthy/I am rich, I am that bitch (yeah)” -“soy saludable/tengo plata/ soy rica y soy esa perra (¡sí!)”-, la cantante repite una y otra vez para que se vuelva realidad.

En la propia universidad de Cambridge, Sander van der Linden, profesor de psicología social, advirtió sobre “la ilusión de que rituales mentales específicos pueden cambiar el mundo que nos rodea”

Muchos de la Generación Z usan a lo de ‘manifest’ irónicamente, mientras que aquellos en comunidades vinculadas a la autoayuda lo toman más en serio”, aclaró el Toronto Journal, al reportar la tendencia. Pero de la manera que sea, parecería que hoy todos usan el término. Por supuesto, ya salieron voces de alerta. En la propia universidad de Cambridge, Sander van der Linden, profesor de psicología social, advirtió sobre “la ilusión de que rituales mentales específicos pueden cambiar el mundo que nos rodea”.

Van del Linden declaró a los medios británicos que es crucial comprender la diferencia entre el poder del pensamiento positivo y el intentar modificar la realidad con la mente: “el primero es saludable, mientras que el segundo es pseudociencia”, sostuvo, y señaló cómo algunos de los métodos para “manifestar”, como el 3-6-9, promueven conductas obsesivas y compulsivas. “Pero, ¿podemos realmente culpar a la gente por intentarlo, cuando las celebridades han estado declarando que deben su éxito a sus ejercicios de ‘manifestación’?”, sostuvo. En el caso de la hija de esta redactora, luego de manifestarse de forma intensa toda la mañana del viernes, para su enorme alegría descubrió que en el examen de historia no había preguntas sobre Pedro el Grande (pero para el almuerzo les sirvieron hamburguesas). El debate sobre la efectividad del “manifestarse”, al menos en casa, claramente, sigue abierto.