“Una mamá y dos papás”: en Río Negro, reconocieron un caso de triple filiación

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Un adolescente de Viedma se acercó a la Justicia para pedir que se reconozca que tiene “una mamá y dos papás”. Así, en un caso con pocos antecedentes en nuestro país, una jueza permitió la triple filiación.

“El caso que aquí se plantea pone en jaque el binarismo filial que se ha sostenido a lo largo de la historia en nuestro ordenamiento jurídico. Según el Código, ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la filiación”, explicó Paula Fredes, jueza de Familia de Viedma.

Para tomar su decisión, la magistrada tuvo en cuenta el criterio de “la socioafectividad, que no es otra cosa que la fuerza del amor que determina en los hechos lazos afectivos fuertes, y reclama un reconocimiento jurídico a través del instituto de la adopción por integración”.

En este caso, “lo que se reclama es el reconocimiento de tres vínculos filiales: una madre y dos padres”, indicó Fredes. Y sumó: “En la adopción de integración el niño, niña o adolescente tiene satisfecho su derecho a la convivencia familiar con al menos uno de sus progenitores, y lo que se pretende es integrar a la pareja (convivencial o matrimonial) del padre o madre biológicos”.

Destacó, además, que “no se pretende extinguir, sustituir o restringir vínculos, sino todo lo contrario: ampliarlos mediante la integración de un tercero que no fue primigeniamente parte de la familia”. El adolescente de Viedma “quiere ser hijo de los dos junto a su mamá”.

De la presentación judicial participaron todos los miembros de la familia. Contaron que el chico tiene dos papás desde hace años. El “segundo papá” expresó que inició una relación con una mujer hace 11 años y ella tenía un niño de dos años. Agregó que “gradualmente se fue acercando al niño generándose entre los tres un verdadero vínculo de amor compartido”.

El hombre comentó que compartió “cada etapa de su crecimiento, momentos de juegos y encuentros con sus amigos”. Hoy que es un adolescente “logran mantener charlas más profundas, lo ayuda a estudiar para la escuela, comparten vacaciones y participa diariamente de su vida”.

En tanto, el padre biológico –que también participó activamente de la crianza del niño– estuvo totalmente de acuerdo con iniciar el proceso judicial “para consagrar legalmente algo que ya es su realidad de vida”.

El padre biológico del joven expresó el afecto que tiene por la pareja de la madre, así como el respeto y la confianza que le genera el vínculo que él tiene con su hijo. Manifestó que siempre intentó que su hijo se sintiera libre de elegir, por lo que le alegra que el chico haya elegido “transitar este camino y formalizar el vínculo afectivo que construyó con la pareja de su mamá a lo largo de su vida”.

Por su parte, en relación con la pareja de su madre, el adolescente explicó que “lo quiere y lo siente como un padre porque así se ha comportado”. Añadió que eso no implica apartarse de su padre biológico, sino que lo que busca es ampliar su filiación. El joven pidió que se agregue a su partida de nacimiento el apellido de su padre adoptivo. En tanto, todos los testimonios dieron cuenta del profundo lazo entre el hombre y el adolescente.

Fredes repasó las posturas jurisprudenciales que se han ido gestando en nuestro país desde la sanción del Código Civil y Comercial hasta la actualidad. Así, tuvo en cuenta un artículo publicado por las abogadas Marisa Herrera y Natalia de la Torre.

“Pude saber que existen 24 casos en los que se ha optado por la declaración de inconstitucionalidad del art. 558 del Código (que afirma que ‘ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la filiación’) y 17 casos en los que se ha dispuesto la inaplicabilidad de dicha norma para hacer lugar a la triple filiación”, argumentó. De esta forma, la jueza de Familia optó por esa solución, hizo lugar a la demanda en todos sus términos y otorgó la adopción integrativa.