Crédito internacional: el gobierno de Milei prepara un “regalo” a todos los productores ganaderos con foco en un objetivo que lo desvela
El Banco Mundial, tres licitaciones internacionales y el foco en aumentar las exportaciones de carne vacuna para que entren más divisas. Estos tres factores se han conjugado para que pronto se conozca algo totalmente ambicioso para el gobierno de Javier Milei: regalará a todos los productores ganaderos la primera caravana electrónica con la cual se marcará un cambio de época en materia de identificación individual de la hacienda. Un paso para el mercado local y el externo para atender exigencias crecientes.
Desde 2017 viene rigiendo en la Argentina un sistema que simplificó la identificación del ganado bovino, bubalino y cérvido con el uso, en los establecimientos de la zona libre de fiebre aftosa con vacunación, esto es al norte de la Patagonia, de una única caravana amarilla del tipo de un botón en la oreja derecha del animal. Es obligatoria. Ahora, durante el transcurso del mes próximo, se publicará una resolución oficial del Senasa que hará, en cambio, obligatoria la identificación electrónica que, según los defensores del sistema, permitirá un mejor seguimiento de la información sobre el animal para que esta pueda llegar al comprador.
Es un sistema de chipeo que en los últimos meses despertó críticas de entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que reclamaron que, en lugar de obligatorio, sea optativo. No es que se venían oponiendo al uso de la tecnología, sino a la obligatoriedad de la misma que, no obstante, el Gobierno insistirá con la publicación de esa normativa. El dispositivo cuesta en torno de 1,20 dólares pero, al tratarse de un gran volumen, para las licitaciones en las que está pensando el Gobierno el valor quedaría en torno de 0,75 centavos de dólar para cada animal. Las licitaciones serán para que se presente cualquier empresa del mundo que hace la tecnología.
En este marco, el Gobierno armó todo para solventar con el Banco Mundial el costo de la migración hacia la trazabilidad individual electrónica del ganado. No está definido el monto del crédito a aplicar, ya que el valor quedará ligado al costo que termine resultando cada licitación, que consistirá de un total de tres, a razón de cada una a partir de la primera campaña de vacunación contra la fiebre aftosa en 2025.
Si la resolución se conoce en octubre próximo, sobre fin de año se haría la licitación internacional para que esto se pueda aplicar sobre unos 15 millones de terneros en marzo próximo. El encargado del proceso será el mismo Senasa. Con la licitación al ser internacional se buscará dar una imagen de que todo el proceso transcurrirá en el marco de la transparencia. Además, como principal objetivo, el Gobierno, dijeron en el sector agropecuario, cuyos ruralistas han tenido contacto con funcionarios, está dispuesto a atender exigencias de los mercados compradores que reclaman se garantice una identificación electrónica que permite saber todo sobre el animal.
Al respecto, es por ejemplo una exigencia de Japón, el tercer importador de carne vacuna del mundo luego de China y los Estados Unidos. Es un mercado que la Argentina quiere abrir, pero habría que hacer lo mismo que Uruguay en el sentido de tener identificación electrónica. Uruguay le vende desde todo su territorio aún siendo como la Argentina -al norte de la Patagonia- libre de aftosa con vacunación. De hecho, habría habido una sugerencia de autoridades japonesas de avanzar en la misma dirección que Uruguay para así obtener la apertura del mercado. Ese país también en lo inicial de la identificación electrónica entregó dispositivos a los productores.
En 2023, Japón importó del mundo 702.000 toneladas de carne vacuna. Su consumo de carnes en general está distribuido de la siguiente manera: 13,1 kilos por habitante es de carne porcina, 14,6 kilos de carne aviar y 6,6 kilos por habitante de carne vacuna. Es un país donde la carne vacuna está considerada una proteína premium. Estados Unidos y Australia son los principales proveedores de Japón en carne vacuna, cubriendo entre ambos el 48% del consumo local. Allí tienen, en tanto, un 39% de producción propia y hay otro 13% que llega de aportes de países como Canadá, Nueva Zelanda y México.
La Argentina está habilitada para venderle carne vacuna a Japón desde la Patagonia, que es libre de aftosa sin vacunación. Hay un frigorífico que lo hace. El producto entra en Japón con un 38,5% de arancel. Pero el país todavía no está autorizado para venderle desde el norte de esa región patagónica, algo que se está buscando hace siete años y el gobierno actual está tratando de conseguir. En julio pasado estuvo en ese mercado una delegación de funcionarios argentinos que fueron a decir que no había motivos para que demorara la apertura. Lo hizo el exsecretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, despedido del cargo cuando estaba por emprender el regreso al país de una gira que también lo llevó por China. El contacto con Japón siguió en los últimos meses.
En este contexto, trascendió que para vender a Japón hay que terminar de cumplir un plan de 15 pasos y la Argentina va por el séptimo. Hay expectativa por cumplir pronto el octavo, que vendría por el lado del reconocimiento de ese mercado de que la Argentina al norte de la Patagonia tiene la misma condición sanitaria que Uruguay. En 2023 la Argentina colocó desde la Patagonia unas 30 toneladas, por debajo de las 7900 toneladas del vecino país.
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De acuerdo a lo que trascendió en el sector agropecuario, el Gobierno está convencido de que no se puede negar la realidad de que los mercados compradores se pondrán cada vez más exigentes en materia de identificación y trazabilidad y que el chipeo es una forma de asegurar más exportaciones y, por ende, más divisas. Con el argumento de que se podrá vender más explicarían el hecho de que un Gobierno que viene aplicando motosierra esté dispuesto a regalar la primera caravana electrónica.
Hay una lógica de que esto puede ayudar a cambiar la matriz productiva y salir del estancamiento del sector. De algún modo, la concepción que han transmitido a productores es que todo se trata de pasar a un cambio tecnológico porque ya se venía haciendo una identificación individual. Así como la expectativa es abrir Japón, también la lupa está puesta sobre Corea del Sur e Indonesia.