Cartas de lectores: ¿Qué te hicieron?, “hagan lío”, Roca

¿Qué te hicieron?

El documental Hambre de futuro expone una herida profunda: la crisis educativa que afecta a los más vulnerables de nuestra patria. Niños que no solo sufren carencias básicas, sino el hambre de oportunidades, el hambre de aprender. Argentina, el país que alguna vez fue ejemplo de educación en el mundo, hoy parece haber olvidado su legado. Pero en medio de esta tragedia, brillan miles de docentes que, con pasión y vocación, luchan cada día para que el futuro no se desvanezca.

Argentina, ¿qué te hicieron? “Cuidado con lo que sueñas porque se hace realidad”. Volvamos a soñar con una nación donde en cada rincón haya una oportunidad para aprender, crecer y forjar un futuro mejor. El capital humano es nuestro mayor tesoro, y no podemos seguir permitiendo que se pierda.

Juan Bautista de las Carreras

DNI 40.956.685

“Hagan lío”

Nadie imaginaba en el mundo contemporáneo que el sucesor de Pedro sería un obispo argentino. Ahora que lo tenemos, a no pocos argentinos no termina de convencernos. No está a la medida de sus ideas y aspiraciones. ¿Cómo es que todavía no nos haya visitado?, se preguntan muchos. Este papa es de talle único. Las exigencias del Evangelio llevan al Papa, a cualquier papa, a todos los papas, a bendecir, a objetar, a quedar bien o mal con muchos de un lado y de otro. Las últimas expresiones de Francisco ante los piqueteros del mundo, no solo los argentinos, con Grabois a la cabeza, le han valido numerosas críticas. Algunas de ellas provienen de ciudadanos que celebran el fin de los abusivos cortes de calle que proliferaron durante la desesperante incompetencia social y económica y la corrupción que se generó particularmente durante el kirchnerismo. Algo que el breve gobierno de Macri no supo o no pudo aniquilar. Entonces, como antes y todavía hoy, no existe una Oficina Anticorrupción que sea independiente del mismo presidente a quien también debería controlar. Francisco no ignora que el Estado debe asignar fondos para adquirir instrumentos para mantener el orden público, como la pimienta o los gases lacrimógenos y aun las armas de fuego. La policía italiana que tiene a su cargo el eficiente cordón de seguridad que rodea el pequeño Estado del Vaticano también dispone de ellos. También sabe el Papa que lo que dice ante las víctimas del gas pimienta lo oyen también los policías que lo usan. El Papa también recibe a los policías y los exhorta a cumplir con su tarea con honestidad y sacrificada eficiencia. Francisco sabe que cuando habla lo oyen a la vez los piqueteros y los policías del mundo. Se alternan por turnos los que preferirían de él un pensamiento único. Al Francisco hombre, sacerdote y obispo católico tal vez se lo escucha en la Argentina con más interés y frecuencia en contraste con el silencio que ha caracterizado a la Conferencia Episcopal, un nutrido cuerpo compuesto en buena medida por obispos elegidos durante su propio pontificado. Mientras tanto, Cáritas, la eficiente y generosa dependencia de la Iglesia, sigue ofreciendo sus servicios, del mismo modo que lo hace el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina.

Vicente Espeche Gil

DNI 4.410.102

Roca

Nuevamente, a partir ahora de las desafortunadas expresiones del papa Francisco, se han cargado las tintas sobre la memoria del presidente Julio A. Roca. Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre su actuación en la guerra contra el indio y, en especial, en la campaña patagónica de 1879. Hay, sin embargo, una cuestión en la que su contribución a la construcción de la patria supera ampliamente todo lo demás. A mi juicio, eso fue la paz con Chile en 1902. Debió sobreponerse Roca a los infaltables belicistas de estas oportunidades y hacer prevalecer su experiencia sobre lo doloroso de la guerra, sus costos, la cuota de odios que ellas engendran y, tal vez más que nada, el valor que la paz tendría para el vigoroso proceso de desarrollo que por entonces experimentaba nuestro país. Bien sabemos que nadie es perfecto, pero en el imprescindible balance que la historia debe hacer de cada hombre, la paz con Chile lograda por el presidente Roca, paz además ampliamente favorable a nuestro país en lo territorial, puede considerarse su mayor mérito.

Martín Lagos

DNI 4.516.711

Maduro y Cabello

Es patética la Justicia argentina: ordenó la captura internacional del actual presidente Nicolás Maduro Moro de Venezuela, pero la causa de los cuadernos sigue en agua de borrajas, Calcaterra (expagador de coimas) mutado en “kirchnerista” y la jefa espiritual de la Nación –condenada por corrupción en la causa Vialidad–, libre, brindándonos clases de economía y ética pública, y cobrando dos asignaciones mensuales vitalicias millonarias, prohibidas expresamente por el art. 5 de la ley 24.018. La Corte Suprema –cabeza del Poder Judicial– sigue cajoneando, desde febrero de 2022, el recurso de queja de la diputada Graciela Ocaña, última posibilidad para que la sentencia del juez de “justicia legítima” Ezequiel Pérez Nami –que favoreció totalmente a la infractora– quede en autoridad de cosa juzgada.

“Cosas veredes, amigo Sancho, que non crederes”.

Luis René Herrero

Exjuez de la CFSS

lherrero@fibertel.com.ar

Cierre de calles

Vivo en Belgrano, son las 19.30 y el ruido de las bocinas de los autos es ensordecedor, fruto de la desesperación de los automovilistas que luego de su jornada de trabajo, intentan volver a sus hogares. Es verdaderamente indignante el viejo y arcaico operativo policial consistente en cerrar centenares de cuadras distantes a 2 o 3 km de la cancha de River, para permitir que el público asista a la cancha caminando por las calles en lugar de hacerlo por las veredas harto anchas de las avenidas. No se puede priorizar la comodidad de los aficionados en desmedro de cientos de miles de personas que tienen derecho a circular para regresar a sus respectivos hogares. Esta injusta situación, que se repite cuando hay un recital en River, debe terminar de una vez por todas. Si el público quiere asistir a los eventos, es justo que ellos sufran alguna molestia si la hay, pero no condenar a las personas que vuelven de su trabajo.

Juan M. de Anchorena

DNI 4.280.675

En la Red Facebook

El discurso de Milei en la ONU

“Bien, lo que nos faltaba, pelearnos con el mundo”- Javier Acosta

“Excelente discurso”- Sonia Manzinger

“Nunca es triste la verdad… ¡aplausos, Presidente!”- Stella Milet

“Nadie eligió ni debatió sobre las propuestas de la Agenda 2030/2045″- Diego Nicolás Ramondi

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